Hola en el todavía verano 🌅.
Les saludan mis dedos. Bueno, la piel de mis dedos que presionan las teclas del teclado negro aburrido.
Hoy ando como entre poética y desconcertada.
Primero, porque la piel se me hace una cosa loquísima. Es un órgano, el más grande que poseemos. Encima es lo que nos separa con lo de afuera. Y hoy aprendí que es nuestro sistema inmune, una parte si quieren, si tuviéramos que señalar algún representante de ese sistema.
Y en él también hay todo un ecosistema. “Somos un planeta”, dijo algo así Mónica Nepote con quien tuve oportunidad de tomar un bello taller de escritura recientemente y como ven, me cambió un poco la vida.
Es como si Mónica y los compadres del podcast “La Fucking Condición Humana”, se hubieran puesto de acuerdísimo para escribir este episodio sobre El Sistema inmunitario, que tú creerías que es aburrido aprender y descifrar, pero no.
El compadre del podcast contactó con los aliens y quiere explicarles de qué estamos hechos y cómo nos defendemos individualmente. Así que tocó ser planetas para los aliens, porque al parecer tenemos nuestro propio cuerpo diplomático y militar en nuestro ser y no le damos la suficiente importancia.
Pero ya en serio, hablando de la piel.
El mes pasado me obsesioné con esta canción del proyecto musical Mattiel llamada “Count your blessings” que en español se traduce como “Cuenta tus bendiciones”. Y me di la tarea de ver de qué hablaba, porque a mí me hablaba como: “esto que te ocurre ya pasará, mira a tu alrededor, estás llena de buenas cosas” y era un lindo recordatorio.
Ya leyendo una entrevista, la cantante Mattiel Brown explicó que escribió esa canción mientras pasaba por una “batalla física y mental” debida a un trastorno en su piel que duró dos años. Por eso hay una parte de la canción que dice “Your body will be whole again” que podría traducirse como: “tu cuerpo estará pleno de nuevo”.
Hoy también aprendí que ese es nuestro sistema inmunitario también. Cuando se confunde a veces y ataca lo que no debe atacar. Pobrecito, pero es que anda en mil cosas, también a veces no le damos chance.
Y sobre la piel.
Bueno, me da miedo saber cuánto gastamos en productos que encontramos en internet que parecen mágicos para darle cierto aspecto a ese órgano, sin que sepamos qué contienen. Y más que el gasto, qué pueden hacernos en la pielecita.
Yo, entre que no tengo tanto dinero ni le sé bien a todo y nací en una familia que afortunadamente tiene "buena piel" ¿? jaja, pues nunca he sentido que deba aplicarme algo extra. Aunque sé que cuando me quemo en la cocina o bajo el sol, aplico aloe vera y ¡traz! como si nada hubiera pasado.
O cuando tengo un barrito, me aplico un aceite 100% natural de manzanilla y pum, desaparece. De pronto veo puntos negros en mi nariz y ya le agrego un jabón coreano que funciona. O la crema tal para los tatuajes o para humectar.
Y luego cuando duermo mal, aplico un gel de caléndula también natural bajo las ojeras. Siento rico. Agradezco que dice que también sirve para las arrugas, dicen. Las temidas arrugas.
Antes tenía un sérum delicioso natural y local que hacía mi piel brillar bonito.
Entiendo la magia de la rutina. Del orden de ir aplicando. De la automática sensación de frescura o tersidad en la carita. El llamado a dormir o despertar, según lo dicte.
Tampoco sé si lo 100% natural sea lo mejor. Nunca he ido a un dermatólogo.
⛺️ Sin embargo, tampoco las niñas de entre 6 y 16 años de este campamento de verano a quienes su consejera les vio aplicarse toda una rutina de skincare o supuesto cuidado de la piel. ¿Es un cuidado o es una obsesión? ¿Es prevención o autodesprecio e inseguridad?
Pero sobre todo. ¿Al campamento de verano? Tal vez estoy exagerando y veo cosas de treintona asustada y en realidad este proceso de rutinas de skin care es un bonito momento que tendrán entre ellas para socializar y hacer lo que como amigas de pronto hacemos en otros lados que hemos ocupado y llamado nuestros.
O tal vez sé lo que es tener 11 o 13 y ahora 32 y recordar que había cosas que no me tocaban vivir o de las que preocuparme a esa edad: como mi aspecto físico, como cumplir estándares absurdos que en peligrosidad han llevado a muchas a la muerte por trastornos alimenticios o de baja autoestima.
Aunque bien lo dice el texto: algunos de los productos que se aplicaban las adolescentes eran casi protectoras contra el sol, por ejemplo. Sin embargo, quizás otros productos sí resulten demasiado agresivos para una piel apenas en formación.
¿Qué dirá nuestra microbiota y nuestro sistema inmune de estas nuevas sustancias autoaplicadas en nosotros? ¿Se reirá y dirá: qué necesidad? ¿Observará perpleja -decidí que es mujer en mi caso- sobre cómo estamos arruinando nuestro contacto con el entorno natural al aplicar nuevas sustancias? ¿Le dará igual? ¿Le estamos dando más trabajo?
Para terminar: Me dio mucha risa cómo el consejo que dan en el podcast de la fuckin' para “cuidar” nuestro sistema inmune es, entre otras cosas, comer con amigues. O comerte a tus amigues. Todo sirve. Sea por la ciencia.
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🌞 Todavía tenemos verano.
Yo no conocía el término "la doble presencia". Había escuchado de doble jornada y triple jornada en las conversaciones sobre temas de género, pero no "doble presencia".
Es un término que conocí gracias a la investigadora de la UNAM, Luz Galindo. A la docente y especialista en políticas de cuidados y tiempo la entrevisté para hablar sobre cómo las mujeres pueden lograr tener vacaciones sin estar preocupándose al triple de trabajos domésticos o de cuidados.
Originalmente la idea de este artículo que escribí nació para hablar sobre los efectos de tomar vacaciones en nuestros cerebros (de hecho sí incluyo todo eso), pero ¿cómo alguien va a tomar vacaciones en serio si tiene tres trabajos o si es quien se encarga de los cuidados o de trabajo doméstico? Si las mujeres en México no tenemos tanto tiempo destinado a ocio, ¿cómo vamos a tener vacaciones enteras de desconexión?
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🍉 Si van a comprar productos para su pielecita, para protegerse del sol, para lucir más brillocitos o mejorar su microbiota, recuerden no comprarle a las marcas que financian el genocidio contra Palestina. 🇵🇸
Acá Lush, marca aliada, vendió un jabón de sandía y las ganancias se irán a tratar el trauma de niñes en Gaza.
Sobre los Juegos Olímpicos 2024
¡Hoy empiezan!
Acá en el tuister se hizo la pregunta importante:
✨ ¿Con qué canción harían su rutina de patinaje artístico sobre hielo? ✨
Pueden comentar aquí abajo también.
La mía creo que sería “La gata bajo la lluvia”, haciendo un triplete en el aire (jajaja no sé nada, perdón) así bien etérea, brillosita, dejando el hielo mientras me elevo en los aires de tan poderosa canción jaja.