¡Feliz día del niño, niñe y niña! Y también ya que somos adultos y podemos o no empezar el trending sobre el día del peinado loco o también festejar el Día Internacional del Jazz que se celebra cada 30 de abril.
Mi papá me enseñó un poco de big band y jazz de niña y pasó al bossa nova. Siento que en ese aspecto nos parecemos mucho, no somos estáticos en un solo género y disfrutamos lo bueno. Durante algunos años en mi adolescencia estudié piano entonces ese maestro estaba obsesionado con Chick Corea y también continuó mi educación en este género.
Digamos que nunca paré de oír jazz hasta hace un par de años que -y amo esta frase súper dramática- caí en depresión… y dejé de disfrutar muchas, muuuuchas cosas que amaba hacer, entre ellas oír nueva música y oír jazz.
Por un momento pensé que ya se había acabado jaja que igual y nunca me había gustado y no le encontraba chiste y ya nunca más lo iba a disfrutar (creo que también era la depresión).
Y ahora, supongo que una forma de saber que ya estoy fuera de esa caída, es que volví a disfrutarlo mucho y siento como que tengo que recuperar estos dos años en música nueva y en jazz o jazz nuevo.
Hoy vamos a cambiar un poco del giro que normalmente nos atañe, pero es por su bien jajajaj. (Al final encontrarás una playlist).
Les traigo una historia medio reinterpretada y reinvestigada porque cuando la leí por primera vez casi me quedo con la primera versión, pero al obsesionarme más con la historia creo que la primera versión se quedó aburridamente corta de todo lo que pasó en ese verano de 1960…
Charles Mingus lo cambió todo
Imagínense que estaba el contrabajista famosisisisímo Charles Mingus (disco insignia aquí, canción insignia aquí) en el cartel del prestigioso Festival de Jazz en Newport en 1960. En ese entonces Newport era como el antecedente más grande de Woodstock y todos los festivales de jazz y de música por venir.
Mingus, dicen, se enojó por no salir como EL artista principal del festival y pidió un aumento de 700 dólares a 5 mil dólares. Esto porque se enteró cuánto ganaba el líder de big band, Benny Goodman -que además era blanco-.
De acuerdo con varios periodistas, los berrinches de Mingus no eran novedad. Era pues el chico malo del género y que yo creo que destruir instrumentos en el escenario se lo copió The Who a Mingus.
Incluso Charles dejó sin tocar a su leal trombonista Jimmy Knepper, al tirarle un diente con un golpe y arruinando desde luego su embocadura, lo cual le impidió presentarse en vivo por dos años. Era pues, lo que hoy hacen los integrantes de The Brian Jonestown Massacre o de Hep Alien al pelearse en vivo y en el escenario.
Bueno el chiste es que el organizador de Newport, George Wein, lo mandó muy lejos y le dijo que el pago de 5 mil dólares a Goodman era por su banda de 17 integrantes que además estarían tocando toda la tarde.
Charles Mingus dijo: pues yo voy a hacer mi festival de jazz en Newport y ni modo. Paralelamente -y esto me da muchísimo coraje- los fundadores del festival se estaban divorciando: Louis Lorillard dejó fuera a su casi ex esposa Elaine Lorillard del consejo directivo -literalmente quien fundó, creó y propuso el festival en un inicio-. Ante eso, Elaine también presentó una denuncia contra su marido y contra Wein.
Así que Charles, Max y Elaine tenían un nuevo objetivo: crear un festival de jazz paralelo jaja.
(Paréntesis de rant)
Ahora, parte de por qué me da coraje hasta ahora la historia como iba contada es que les periodistas no consideraron cosas súper importantes: primero que le quitaran el crédito a Elaine (¡incluso en una entrevista le cambiaron el nombre a Lorraine!) y segunda que 1960 fue el momento clave de los movimientos y protestas por los derechos civiles.
Así que ese pago a Goodman versus a Mingus -en efecto entiendo que uno llevaba una big band y el otro a sí mismo- no se ve nada inocente y, vamos que esta no era la primera vez que malpagaban o desdeñaban en un cartel a Mingus.
Sin embargo otros factores, no solo el dinero, jugaron para que Mingus y Roach se desencantaran con el festival. Ya saben, se quejaban que a los “jazzistas de vanguardia” como ellos que improvisaban más, les daban muy poco espacio y horarios vespertinos, mientras que a otros actos mainstream como Ray Charles jaja les daban los “buenos horarios” (me suena, me suena).
Además, casualmente Charles Mingus y Max Roach eran los músicos de la escena que manifestaban más en su música y en público el antirracismo.
El día D
Ahora cuando digo que Newport de 1960 fue el antecedente de Woodstock y demás, no miento ni exagero.
Me da mucha risa cuando dicen que la gente en los festivales de cualquier género de música no se comporta o se espantan por lo que hacen los asistentes y se quejan si consumen estupefacientes, que si portazo, que si el reggaetón los hizo agresivos.
Déjenme contarles todo lo que salió mal en el Festival de Jazz de Newport 1960 porque ni Benny Goodman ni sus 17 músicos pudieron presentarse al final jaja.
Entonces hay dos festivales. El festival de Mingus incluía en su cartel, él hasta arriba por supuesto, Ornette Coleman, Don Cherry, Coleman Hawkins, Max Roach, Eric Dolphy, Roy Eldridge y Jo Jones. Cartelazo, si me permiten.
Era un lugar pequeño así que pasó un poco desapercibido, excepto porque la alineación logró grabar un disco para el sello Candid llamado Newport Rebels (amo) y salió en 1961, pero también se han rescatado algunas grabaciones inéditas -aparece una en el disco de 2024, Incarnations, de Charles.
Lo que ocurrió después fue un desastre. El festival Newport casi desaparece.
Nadie sabe cómo, ni por qué, pero más de diez mil personas (la mayoría jóvenes blancos) llegaron a Newport el fin de ambos festivales de jazz.
Es verdad que el jazz era lo que estaba de moda, pero ¿al punto de esa popularidad? Los organizadores de Newport notaron que los 16 mil lugares que tenían para los fans ya estaban vendidos y no serían suficientes.
Nadie consiguió hospedaje y se quedaron en la playa. La situación se salió de control cuando intentaron dar portazo a Newport mientras tocaba Ray Charles y Horace Silver.
Era tanta gente en un lugar tan pequeño y con tan pocas autoridades preparadas que las hordas ya estaban destruyendo tiendas, volteando autos, aventando botellas a la poca policía que había.
La instrucción a los organizadores del festival fue que los músicos siguieran tocando para que el público ya sentado no saliera a encontrarse con el público en las calles. Llamaron a la Guardia Nacional, hubo bombas de gas lacrimógeno por parte de las autoridades y más de 170 detenidos por disturbios.
“Pronto, en las tres cárceles de Newport, al igual que en el concierto de la noche anterior, sólo quedaba gente de pie”, escribió acertadamente Scott Saul en su libro "Freedom is, freedom ain’t : jazz and the making of the sixties".
Todo eso de viernes a sábado. La mañana del domingo se contrataron autobuses para sacar a los asistentes de Newport del poblado, así como los arrestados que no tuvieron cargos porque ese domingo llegaría el presidente Eisenhower con motivo de la celebración día de la Independencia, lunes 4 de julio, así que dejaron todo por la paz. El festival de jazz se canceló domingo y lunes que quedaban.
"After the Riot"
En las secuelas de este inesperado evento y mientras la Guardia Nacional tomaba Newport, ocurrían demasiadas cosas para la posteridad.
Cuando los residentes de Newport llegaron el lunes 4 de julio a sus casas y encontraron los caminos llenos de basura, botellas rotas, ventas destruidas y autos volteados, creo que era imposible calcular el impacto que ese fin de semana tuvo.
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Por ejemplo, el poeta negro Langston Hughes se sentó en su cuarto de hotel y ahí compuso su poema "Ask Your Mama: 12 Moods for Jazz", una de sus obras maestras políticas y más creativas, desde luego inspirada en el jazz.
También, pese a que se canceló el Festival Newport en su tercer y cuarto día, se llevó a cabo solo un concierto de blues que ya estaba planeado y así el vibrafonista Gary Burton grabó su disco "After the Riot" el lunes 4 de julio.
El consejo votó para que el festival en 1961 no se llevara a cabo.
Charles Mingus bromeó después en un comentario nada ardido ni purista jaja diciendo que el festival “merecía” los disturbios “porque confundieron el rock and roll con el jazz. Perdieron su identidad con el jazz”.
Además de grabar con éxito a todos los participantes de los Newport Rebels para el sello Candid, para Mingus y Roach los siguientes años fueron bastantes prolíficos.
Mingus grabó dos discos muy relevantes en su carrera, The Black Saint And The Sinner Lady y Mingus Mingus Mingus Mingus Mingus y se fue de tour a Europa previo a unos años en los que CAYÓ EN DEPRESIÓN.
El evento tuvo demasiadas lecturas sobre si los asistentes solo eran universitarios blancos, ricos y consentidos, sobre el futuro del público del jazz, sobre si el jazz se estaba vendiendo, sobre si era mejor género que el incipiente rock and roll, sobre los músicos negros y para quién tocaban y cuánto recibían a cambio.
“Si la historia del movimiento por los derechos civiles se escribiera como una serie de encuentros culturales, el Festival de Jazz de Newport podría considerarse uno de los puntos de choque más reveladores del movimiento en 1960.”, dijo Scott Saul.
Elaine Lorillard finalmente se divorció y siguió acudiendo a los clubs de jazz hasta su muerte en 2007.
George Wein, el organizador de Newport y quien agarró pleito con Elaine y Charles, se quedó sin trabajo para el siguiente año, se endeudó porque él había aportado de su bolsillo para la edición de 1960 y vivió del trabajo de su esposa por lo menos 2 años.
Pero no es el enemigo de esta historia, entre otras pruebas, hay una anécdota de un promotor de Newport que le pidió a Wein decirle a los músicos del festival de una fiesta que organizada con motivo del festival, pero le pidió que no “invitara a africanos”. Wein le dijo que sería cuidadoso, pero prefirió no decirle a nadie y dejar plantado a este promotor con todo y servicio de banquete, vajilla y meseros.
Wein y Mingus retomaron su amistad para 1962. "Cuando regresé al festival en 1962, la primera persona a la que contraté fue a Charlie Mingus”, dijo Wein.
El trombonista Jimmy Knepper y Mingus también retomaron su amistad al final de los 70 y formó parte de la banda de Mingus que después se volvería de tributo, Mingus Dynasty".
Tal vez sí tuvo sentido el disturbio: universitarios blancos, ricos, de buenas familias, impulsivos en sus autos convertibles que buscaban entrar a un festival en un pueblo sumamente acaudalado en donde los músicos tocaban para complacer a un público de igual origen, como lo describieron varios reporteros también. No había confusión. El festival iba dirigido a este público y el público tenía un status quo que mantener al asistir, sí o sí.
Para mí, creo que nunca había tenido más sentido la frase “tomar los medios de producción” (en serio) ya que eso fue lo que Max Roach y Charles Mingus hicieron en su festival. Ellos mismos construyeron su escenario, equiparon el jardín para que la gente acampara, ellos distribuyeron su publicidad y creo que este acto simbólico fue muy importante.
¡Gracias por llegar hasta acá!
Como mencioné en un hilo de Twitter, en estos días he escuchado muchos discos de jazz y he compartido cada uno de ellos en ese mismo hilo, pero como no tengo llenadera también hice una playlist con lo que creo son nuevos clásicos que quedarán para el futuro y trascenderán como lo han hecho muchas otras de la época “de oro” del jazz.
Fuentes:
https://www.wsj.com/articles/SB10001424052748704324304575306622240644324
https://www.allaboutjazz.com/the-rebel-festival
https://www.jazzwax.com/2010/07/george-wein-on-the-rebel-jazz-festival.html
https://www.newportmansions.org/gilded-age/history-of-newport-mansions/
https://www.stereogum.com/2228004/mingus-in-the-70s/columns/ugly-beauty/
https://www.nytimes.com/2007/11/28/arts/music/28lorillard.html
"Freedom is, freedom ain’t : jazz and the making of the sixties", Scott Saul, 2003.
Que buen playlist te armaste <3